Después de la maravillosa saga de Tierra Fantástica me
apetecía cambiar de género y, como la novela histórica es mi otro género
preferido y hacía tiempo que tenía ganas
de leer alguna historia que me llevara de viaje por el mar, Serás reina del
mundo cumplía los requisitos para ser mi siguiente lectura.
Título: Serás reina del mundo
Autora: Alexandra Lapierre
Páginas: 512
Año de publicación: 2013
Valoración: 8
Esta novela tenía varios puntos de interés para mí: me
apetecía leer alguna aventura marinera y además me parecía muy interesante el
hecho de que la historia se basa en el personaje histórico, aunque poco
conocido, de Isabel Barreto, nieta, hija y esposa de marineros y conquistadores, y con un papel muy activo en su propio destino, una mujer de armas tomar.
Isabel fue hija de Nuño Rodríguez Barreto y Mariana de
Castro, ambos portugueses, aunque la descendencia del matrimonio nació en
Galicia. Su padre fue conquistador del Perú, donde su familia se mudó en la
época del Virreinato (S.XVI).
Desde muy pequeña
Isabel demostró no ser como ninguno de sus hermanos. Niña de carácter
fuerte, consiguió ser la devoción de su padre, que ignoraba a todos los demás.
Con ella, sin embargo, estableció una relación muy especial y cercana. Tanto
fue así que decidió criar a Isabel como si fuera un varón. La alejó de la
influencia femenina de su madre y de la educación tradicional de las niñas y
mujeres de aquella época y le enseñó a leer y escribir, a montar a caballo y a
defenderse por sus propios medios, lo cual le dotó de la gran libertad de la
que siempre hizo uso, y le granjeó el odio de algunos y la fascinación de
otros.
Desde niña había sido destinada a casarse con un marinero
que aspiraba conquistar los mares del sur y la Australia incógnita, y de una
manera muy curiosa supo hacer suyo y llevar a su terreno hasta este matrimonio
concertado. Casada ya con Álvaro de Mendaña, y ebria de sus sueños de conquista
y del ansia de libertad que le ofrecía el desconocido Pacífico, se embarca con
él en un viaje lleno de obstáculos en busca de las islas Salomón. Isabel
demostrará hasta el final la fortaleza de su carácter y de sus propósitos en
condiciones límites y asumiendo un papel impensable en una mujer en su época,
ya que será la primera mujer almirante de la navegación española.
La narrativa es ágil y no se hace en absoluto pesada. Gran parte de la historia de Isabel se cuenta desde el monólogo interior de su hermana Petronila, que reflexiona sobre los hechos que han llevado a Isabel a refugiarse en el convento con ella y a adoptar el peculiar comportamiento que tiene a todas desorientadas.
Aunque es una novela muy interesante por centrarse en un
personaje históricamente ninguneado por ser mujer, no está exenta de pasajes
que muestran con crudeza la realidad de la conquista, con todas sus cuestiones
ética y morales. Lo que es cierto es que es una etapa de nuestra historia que
existió, en la que España tomó parte, y que el mundo no sería lo que hoy es si
no hubiera habido gente que se aventurara a conocer lo que había más allá del
inmenso océano, con todo lo bueno y todo lo malo que esto supone y ha supuesto
a lo largo de la historia, especialmente para las tribus nativas de los lugares
conquistados.