La trilogía del Baztán, de Dolores Redondo

Ayer acabé la trilogía del Baztán de Dolores Redondo, compuesta por El guardián invisible, Legado en los huesos, y Ofrenda a la tormenta.

Autora: Dolores Redondo
Títulos:
El guardián invisible,440 páginas
Legado en los huesos, 560 páginas
Ofrenda a la tormenta, 544 páginas
Valoración: 8

Con ellos empecé el año pasado por estas fechas para el mes temático de la novela negra. En principio, no es un género que me entusiasme, pero me llevé una grata sorpresa. Las opiniones que circulan por la red son diversas: la gente o los ama y está enganchadísima, o lo odia argumentando que es una de las trilogías más sobrevaloradas. Cada uno tendrá que decidir por sí mismo, pero yo me sitúo en el primer grupo.

Un brevísimo resumen para quien esté pensando en leer estas novelas:

Se desarrollan espacialmente entre Pamplona y el curso del río Baztán, con Elizondo cobrando una especial importancia. Aquí se empiezan a perpetrar una serie de crímenes con chicas adolescentes como víctimas y con indicios de que han sido utilizadas en algún tipo de ritual. Pero los crímenes no van a quedar aquí, y los asesinos no van a ser los que parecen, ¿o sí? Por otra parte, la inspectora Amaia Salazar, a cargo de los casos, tiene también un pasado turbio y su familia va a jugar un papel clave en el desarrollo de la trama.

Los motivos por los que me ha gustado han sido varios. En cuanto a la trama, me ha parecido muy bien urdida, con personajes muy enigmáticos que te atraen, te absorben y te sorprenden hasta el final. Sus personalidades están bien construidas y rara vez son las cosas blancas o negras, sino que se mueven en una gama de matices muy real. Si bien es verdad que el personaje principal es el que más desarrollo psicológico tiene, los demás, aunque menos desarrollados, no son tampoco personajes bancos o negros. También hay algún personaje con poco desarrollo que hace pensar en una cuarta entrega.

Uno de los motivos por los que a mucha gente no le ha gustado esta trilogía es por el elemento fantástico, ya que la trama incluye elementos de la mitología vasca, como el Basajaun, o guardián del bosque, un ser que cuida del equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal; Mari, la divinidad femenina capaz de desatar las tormentas; el Tartalo, un cíclope con gran sed de sangre; Inguma, un ser que absorbe las almas de sus víctimas. También hay belangiles, o brujas. Estos elementos han llevado a algunos a calificar las novelas como realismo mágico, a otros a desestimarlas por absurdas y nada lógicas. Lo cierto es que a mí me ha gustado conocer elementos del folklore popular que, ambientados en el fascinante y misterioso valle de Baztán, parecen cobrar vida.

No voy a decir mucho más, solo que os animo a que leáis esta trilogía ambientada en el norte de nuestro país, que os perdáis por sus bonitos parajes y que disfrutéis con su realismo mágico. También que a esta autora le han dado el premio Pluma de plata, otorgado por los libreros en reconocimiento al éxito de ventas, por si alguien la quiere incluir en el reto Mujeres Laureadas.