Este mes voy fatal con las reseñas y con las lecturas! Pero
bueno, aprovecho que con el cambio de hora mi mañana tiene una hora más (porque
lo de dormir no es lo mío L
) y voy a hacer una reseña de unas memorias que me han gustado mucho.
Ya estaba yo preocupada porque en el mes de la novela
fantástica y de humor no había encontrado ninguna del género humorístico que me
apeteciera leer, y es que no he tenido mucha suerte con este género. Quién me
iba a decir que leyendo unas memorias ambientadas en pleno conflicto
Norirlandés iba a acabar llorando de la risa sin poder parar en el metro y con
miedo a pasar de página y estallar en carcajadas? Pues sí, esa ha sido mi
experiencia con Paperboy!
Título: Paperboy: An Enchanting True Story of a
Belfast Paperboy Coming to Terms with the Troubles
Autor: Tony Macaulay
Páginas: 288
Año de publicación: 2011
Valoración: 9/10
En estas memorias Tony Macaulay nos cuenta cómo fue su
preadolescencia (10-12 años) en Belfast en los años 70, en plenos “troubles”, lo que se considera el Conflicto:
una escalada de violencia tanto por parte de los radicales católicos como
protestantes a raíz de la lucha por los derechos civiles que llevó a cabo la
población católica para librarse de su ostracismo social, de su marginación y
de muchas injusticias que sufrían.
La historia no está centrada en el conflicto, así que quien
no sepa de qué va va a tener que investigar un poco. Solo con leer Paperboy no
va a conseguir una visión completa del Conflicto, pero sí que este lo impregna
todo. Y es que son unas memorias con un preadolescente como protagonista y lo
que leemos es su vida, y su vida tiene entidad propia e independiente aunque
los disturbios sean parte importante de ella. Por ejemplo, Tony es repartidor
de periódicos cuando sale de la escuela y tanto para ir a la escuela como para
ir a recoger su saco de periódicos, en más de una ocasión tiene problemas con
autobuses secuestrados o incendiados y calles tomadas por la policía y los radicales
entre las que se tiene que mover para llegar a casa, causando así gran angustia
en sus padres. También nos cuenta un tiroteo que vivió su grupo de escoltas, un tiroteo, la
presencia de los soldados británicos en las calles, etc. Pero sobre todo, Tony nos cuenta sus aventuras de adolescente, y cómo me ha hecho reír! Porque estos chicos no eran católicos o protestantes, no eran gamberros de zonas violentas, eran jóvenes con derecho a hacer las mismas chorradas que cualquier otro chico de su edad, con el mismo derecho a enamorarse, a tener celos de sus hermanos mayores o del guaperas de turno, a volverse locos con la música, etc. Tenían derecho a vivir, y esto es lo que nos cuenta Macaulay, y lo bueno es que lo que nos cuenta nos llega a través de la mirada inocente de un niño que no hace ningún drama de lo que vive, pero también nos llega la historia a través de la visión crítica del Tony Macaulay adulto y con ese gran sentido del humor irlandés capaz de hacer bromas en las situaciones más duras y esa ironía que tanto me gusta.
El libro no se ha traducido todavía y es parte de una trilogía. Iréis teniendo noticia de los siguientes, porque me ha encantado!
Reflexiones sobre el conflicto que me han gustado mucho:
· En una ocasión, a Tony le intenta atracar un adolescente
encapuchado. Corre a su casa y se lo cuenta a sus padres. Su padre decide salir
con el coche acompañado por Tony y cuando encuentrarnal chico, el padre le pega
una buena paliza. Tony hace
una interesante reflexión sobre la violencia:
“ I understood
that this was the Northern Ireland way. If someone hits you, you hit them back
harder. It felt satisfying and powerful, but I knew this way solved absolutely
nothing. I saw it every day in Belfast. Tit-for-tat for tit-for tat. An eye for
an eye, a tooth for a tooth, a Catholic for a Protestant. Men excusing heinous
acts of inhumanity to protect or liberate “their” people, belligerently sowing
pain and bitterness for generations to come. (…) There had to be another way. I
resolved that I would be Belfast’s first pacifist paperboy.”
· Las calles más problemáticas de Belfast se patrullaban con
helicópteros por las noches. En una ocasión, cuando Tony vuelve a casa por la
noche de sus clases de piano, el viento que genera el helicóptero hace que la
guitarra de Tony se golpee contra una verja y se fractura. La reflexión de Tony
después de que su padre la intente arreglar con cola es la siguiente:
“There was
nothing I could do: it would always be Split. Sadly, just like Belfast would be
all my life. I yearned for things to be different, but I couldn’t envisage it
any other way.From that night on, there was a mew melancholy in my rendition of
“Hang Down Your Head, Tom Dooley”. Yet somewhere in my mind I still held on to
thoughts of Jeux Sans Frontières and Europe and hope. And I remembered that
patience is a virtue.”
Otro momento revelador es cuando Tony aprueba sus 11+ ( los
exámenes que hacen para pasar de primaria a secundaria), lo cual no le suele
pasar a la mayoría de chicos de Shankill, y conoce a un chico católico en su
nuevo colegio. Previamente su experiencia con los católicos no había sido más
que lo que su abuela o los demás chicos contaban de ellos y lo que ve en la
tele. Pero cuando conoce a
Thomas O’Hara… :
“ In fact,
Thomas proved what I had always suspected, but would never have dared to
articulate to either my paperboy peer sor my Sunday school teacher: that
Catholics were just the same as us! I couldn’t understand why such an
astounding discovery had never made the front page of any of the Belfast
Telegraphs I delivered.”
·
Cuestiones de identidad:
“ There was
nothing in the world more important than
being British. It was the opposite of being Irish. It was what you were
supposed to kill and die for, although no one ever told me why.”
“ Being
late, or not being able to get to and from school at all was a bit of a
giveaway. Worse still, having to walk to school wearing no school uniform- so
as to avoid the danger of having your religion written all over you- tended to
expose the secret of the area you lived in.”
· Hacia la mitad del libro hay dos pasajes importantes. Uno
en el que habla de las diferentes iglesias y sus credos y cómo cada una se cree
superior a las demás. Otro en el que hace una descripción bastante simplista de
buenos y malos.
·A quién y por qué se mata es otra cuestión que preocupa al
joven Tony, ya que ve cómo la lista de objetivos del IRA crece y cómo cualquier
puede convertirse en blanco legítimo,
como recientemente se han convertido los repartidores de leche, y Tony se
pregunta si el IRA piensa que las vacas son protestantes y si la industria lechera
es un verdadero obstáculo para una Irlanda unida, o si pensaban que los
británicos les ponían drogas en la leche para volverlos británicos y que
acabaran hablando como Monty Python.
· La paz- el 28 de agosto de 1976 las mujeres de Belfast,
católicas y protestantes, se unieron para marchar por la paz, lo cual era un
hecho insólito porque, aunque anteriormente al Conflicto habían convivido, Tony
solo ha vivido en un mundo separado y cuenta cómo los católicos y los
protestantes no se mezclan si no en altercados, no van al colegio juntos, no
pueden vivir en las mismas calles, no pueden casarse e incluso mueren en
ataques bombas en pubs diferentes, incluso se entierran en diferentes partes
del cementerio. También se han de juntar en situaciones como en la sala de
espera del hospital, siempre evitando temas conflictivos. Esta es la reacción de Tony:
“
Unexpectedly, I found myself weeping. I was used to the echo of bomb blasts and
gunfire. Were we really capable of this? It seemed a lot harder than fighting.
This was the answer. The Troubles would be over soon. One day the killing would
stop. There would be no more bombs at the shops and no more soldiers on the
streets. And everyone would agree that all the fighting had been a waste of
life. I was living in hope, so I was.”
· Otra Buena reflexión es la que hace sobre los muros. El muro de la paz de Belfast le parece que
tiene un nombre bastante raro, ya que no había muro antes del conflicto cuando
había paz y desde su construcción cada vez había más muertos. Lo mismo pasa en
otros lugares del mundo con este tipo de muros. Pero Tony siente curiosidad por
la vida al otro lado del muro, y se cuestiona los estereotipos. Todos bailan
danza irlandesa y tienen muchos hijos, pero no puede creerse que todos lo
quieran muerto. Todos los católicos quieren que se vayan los protestantes?
Habrá al otro lada chicos como él, chicas como su novia? Madres como la suya
dispuestas a ayudar a sus hijos en lo que haga falta?
· La figura del padre de Tony es muy interesante. Es muy
crítico con esta división entre católicos y protestantes. Está en contra del
muro, y en clara minoría en Shankill. De hecho su familia tuvo que abandonar su
casa para que la tiraran para hacer el muro allí y separar a las dos
comunidades. Cuando discute sobre la utilidad del muro con una vecina, esta le
tacha de apoyar al IRA ( me recordó al PP, que cuando algo no le gusta, es
ETA.). También cuestiona el lavado de cerebro de la iglesia y la credibilidad de
los medios tras presenciar cómo un reportero pagaba a un grupo de niños
católicos para apedrear a un grupo de soldados británicos.
La dicotomía nacionalista que se vive en Irlanda del Norte lo impregna todo. Puedes identificar de qué bando está alguien por su nombre, por el uniforme del colegio, por el barrio en que vive. Tony teme que su guitarra en su funda pueda ser confundida con un arma y eso le ponga en el punto de mira para recibir un disparo, de la misma manera que los niños no pueden jugar con pistolas de agua ni de juguete para que no haya ninguna confusión que pueda costarles la vida. Saltar la valla del colegio después de un ensayo para una obra de teatro porque la puerta principal está cerrada también le lleva a meterse en problemas con los soldados británicos, o el hecho de llevar las noticias le preocupa que pueda convertirle en “legitimate target” (blanco legítimo), como lo son los lecheros o los taxistas. También del peligro que corren de ser captados para grupos paramilitares por los mismos pastores de su iglesia y del esfuerzo de padres y profesores por mantenerlos alejados de estos peligros. Nos habla del boicot de los protestantes a los productos de la república ( y de lo absurdo que Tony ve boicotear el bacon, cuestionando el republicanismo de los cerdos del sur) y de las actividades de dudosa moralidad que llevan a cabo los grupos paramilitares protestantes, a los que Tony equipara al IRA. También es amonestado por uno de sus profesores por cantar Fernando, de Abba, ya que una de sus líneas habla le luchar por la libertad, así que se considera republicana. Y cuando van a las tiendas son cacheados.